Una reciente investigación en Resistencia, Chaco, ha desmantelado una banda delictiva especializada en el robo de criptomonedas. Este grupo operaba con una organización notablemente estructurada, lo que ha llevado a las autoridades a clasificar el caso como un claro ejemplo de crimen organizado.
El escándalo tomó notoriedad este martes después de que se realizaran varios allanamientos por parte de la Policía del Chaco, con el apoyo de fuerzas de seguridad de Buenos Aires y bajo la coordinación de la Fiscalía N°13, dirigida por el fiscal Víctor Recio. La operación revela la magnitud del problema relacionado con la seguridad de los activos digitales en la región.
Detalles de la Investigación
Las autoridades investigan un caso alarmante en el que la víctima fue secuestrada y sometida a torturas físicas con el fin de obtener las claves de sus billeteras virtuales. Según informes, los delincuentes lograron sustraer criptoactivos valorados en aproximadamente u$s120 mil, equivalente a más de $100 millones.
Estamos frente a un caso sin precedentes en la provincia. La magnitud del robo y el nivel de planificación evidencian que no se trata de delincuencia común, afirmó el comisario principal Rolando Sosa, quien lidera la Dirección de Investigaciones.
Elementos Incautados y Conexiones Criminales
Durante los operativos realizados, se confiscaron diversos elementos que son clave para la causa, incluyendo teléfonos celulares, computadoras, dinero en efectivo y electrodomésticos. Las investigaciones preliminares sugieren que algunos de los domicilios allanados ya estaban bajo vigilancia debido a su relación con casos de narcotráfico. Este grupo criminal tiene conexiones con otras actividades ilícitas, añadió Sosa.
Un Llamado a Posibles Víctimas
La Policía no descarta que este incidente sea solo la punta del iceberg. Se está instando a cualquier persona que haya sufrido delitos similares relacionados con activos digitales a presentarse en las comisarías locales. Sabemos que este tipo de delitos puede estar en aumento y muchas veces no se denuncian. Invitamos a posibles víctimas a dar el paso, concluyó Sosa.
Este caso resalta el crecimiento de modalidades delictivas vinculadas al mundo digital, lo que representa un desafío significativo para las fuerzas de seguridad. A medida que avanza la investigación, las autoridades continúan analizando el material secuestrado en busca de más implicados y conexiones con redes criminales más amplias.
Es fundamental mantener la vigilancia y la comunicación en la comunidad para enfrentar este tipo de delitos. La cooperación entre ciudadanos y autoridades es esencial para combatir el crimen organizado y proteger los activos digitales.
